miércoles, 13 de junio de 2007

El esperanto y las lenguas indígenas

En México hay cientos de lenguas indígenas que se extinguirán. Esto sucederá porque el "monstruo" de la conquista, el español, estará por encima de todas esas lenguas.

Esto puede ser diferente. Las lenguas indígenas, diversidad cultural, pueden salvarse de la extinción total. ¿Cómo? No es sencillo, pero tampoco es imposible. Sólo requiere voluntad.

Supongamos que en los pueblos indígenas, por ley, hacemos que la enseñanza en las escuelas sea obligatoria en la lengua autóctona. Por ejemplo, en los pueblos de Yucatán, el idioma maya sería el que se debería de estudiar en las escuelas rurales o urbanas en las que los asistentes hayan aprendido a hablar, en el seno de su familia, la lengua maya.

Supongamos que estamos en el año de 1918 y que esta propuesta llega al congreso y se obedece. En todo México es obligatorio aprender ESPERANTO como segunda lengua. En ninguna escuela, ni rural ni urbana, se podrá obtener un certificado de primaria si el educando no comprueba que puede hablar, además de su lengua nativa (la autóctona de su zona o bien el español) el idioma esperanto.

Aquí sucedería algo muy importante. El español se convirtió en la lengua del conquistador. La lengua de los europeos. Y los indígenas de mayor o menor grado de integración, están obligados a hablar español, porque es el lenguaje "nacional". Pero, ¿qué habría pasado si en 1918 se hubiera tomado la decisión de enseñar en cada escuela de México, además de la lengua autóctona, el esperanto, en forma obligatoria? Los políticos mexicanos que quisieran conquistar el medio rural, deberían de hacer nada más ni nada menos que en esperanto, porque ésta sería la lengua "puente".

La cuestión es que si aprendes español, tiendes a olvidar tu lengua autóctona. Pero si aprendes esperanto y llegas a la ciudad, deberás de hablar en esperanto con los que te encuentres y si quieres, podrás aprender español a través del esperanto (así como podrán enseñar tu lengua nativa autóctona también a través del esperanto que por ley todos deberían de dominar).

Esto le daría al habitante del campo el poder de un sistema de lenguaje a la par con el resto de los habitantes del país, en vez de renunciar y ver morir sus lenguas autóctonas.

Pues bien, no se hizo en 1918. Pero, ¿por qué no comenzar a hacerlo a partir de 2007?

Lo que se busca, dentro de México, es lo mismo que se buscaría dentro de cualquier país del mundo. Por ejemplo, dentro del gigante China, hay decenas de variantes del lenguaje que incluso no se entienden entre sí. Ellos gustosos adoptarían una medida de este tipo.

Pero una medida de este tipo, además, permitiría con toda facilidad que entre sí, todas las naciones se entendieran con un lenguaje neutro, aprendido por todos.

En esa forma, un nativo de un pueblo maya de Yucatán o Quintana Roo, que sólo sabe su lengua nativa (el maya) y el esperanto, podría ir cómodamente a cualquier parte del mundo y entenderse con la misma segunda lengua que todos los demás estarían usando. Dentro de su territorio, el maya o el olmeca o el tarahumara, podría recibir y atender a cualquier turista de cualquier parte del mundo.

El mundo será diferente a partir del momento en que decidamos hacer esto.

Por qué el inglés no es la selección correcta:
  1. Es una lengua difícil de aprender. Toma 10 veces más de tiempo, en promedio, que lo que toma el esperanto.
  2. Después de estudiar el inglés por mucho tiempo, el que estudia inglés como segunda lengua, se encuentra en desventaja ante el 12% de la humanidad, que lo habla como nativo.
  3. Después de toda una vida de estudiar inglés como segunda lengua, escribirlo es aún asunto de los nativos o académicos de alto nivel, no así el esperanto.
  4. La persona siempre dependerá de "alguien" que le dé los "secretos" (más bien, arbitrariedades) de la pronunciación y de los "modismos" característicos de cada región.
El esperanto se aprende en un 10% del tiempo o menos de lo que toma aprender el inglés para una persona humana promedio. De hecho, este porcentaje tiende a bajar, lo cual significa que es enorme el esfuerzo para aprender inglés como segunda lengua comparado con el esfuerzo real para aprender esperanto.

Este esfuerzo mínimo para dominar el esperanto en toda su extensión, es lo que haría que en las escuelas la enseñanza del mismo se convierta en un simple instrumento de uso, como aprender a sumar, restar, multiplicar y dividir. Probablemente el primer encuentro en la ciudad se haría en esperanto, cambiando al español o al nativo o continuando en esperanto, cuando el intercambio se da entre un maya y un mexicano regular, o entre un huichole y un maya, o entre un tarahumara y un chiotl, un maya y un austriaco, un chontal y un finlandés, o cualquier combinación de seres que se dé.

Todo ello sin olvidar que, cada ser humano, tendría dos lenguas en forma obligatoria para circular por el mundo o aún dentro de su país: su lengua nativa, paterna o materna, la que se habló en su hogar, y el esperanto. Un arreglo de este tipo, de haberse comenzando en 1918, o en 1931 o en 1947, hoy el mundo sería diferente.

Ni devas sendube lerni esperanton kiel ponta lingvo.
"Es indudable que debemos de aprender esperanto como lengua puente".

El esperanto es como aprender a sumar. Cuando sabes que 4 + 8 = 12, no importa en dónde te encuentres, no importa qué sumes, siempre, 8 + 4 o 4 + 8 serán 12. El inglés es algo así como: "bueno, mira, 8 + 4 dan 12 en esta y esta circunstancia, pero si son las 12 del día y hace calor, entonces la suma es 8 + 4 = 13.4". Así son las reglas de la pronunciación y de la construcción en el lenguaje inglés, no digamos de los demás idiomas nativos.

Por ello lo racional y correcto es la promoción, hoy, del esperanto.